María Rosa Ramundo
Este emprendimiento comenzó cuando nos jubilamos y no solo por el tema económico sino que además nos sentimos con fuerzas para hacer una actividad. La venta nos brinda la posibilidad de conocer nuevos barrios, nuevas personas que muchas veces se acercan porque necesitan, además de la yerba ser escuchados o simplemente bien tratados. Nos gusta ese contacto, sentimos que podemos conquistar nuevos barrios y nuevas personas enriquecerán nuestras vidas.