Ramón Arnaldo Apaza
Mi esposa Luisa tenia conocimientos de repostería entonces decidimos profundizar en su oficio y hacer de el nuestro medio de vida. Fui aprendiendo lo que ella me enseñaba y empezamos a vender comidas, postres y comenzaron a conocernos en el barrio por nuestros productos. La lucha es día a día, lo que sembramos llevará su tiempo en dar frutos pero siempre valoramos algo que estamos aprendiendo de cada experiencia. La paciencia no la perdemos, sino que la ejercitamos cada día.