Ana María Castriotta
En 2012 tuve que dejar de trabajar como bancaria por problemas de salud grave y, al no tener ingreso fijo, 3 hijos pequeños y un sueldo de empleado administrativo de mí marido, tuve que pensar como seguir. Así se me ocurrió fabricar delantales con la vieja máquina Singer de mí mamá ya fallecida. Fui a su casa y me la traje. Desde ese instante no paré de crear y ponerle todo mi ser a este emprendimiento, que en noviembre 2022 cumple 10 años. Empecé a buscar a los clientes, subir y bajar en cada estación de tren y cambiar en los centros comerciales de los barrios mis productos.