Carla Tatiana Medina
Todo comenzó a inicios de la pandemia, cuando mi marido se quedó sin trabajo por ese motivo empezamos a comercializar pan casero. Gracias a Dios se pudo vender todo y comenzamos a tener clientes que les gustó nuestro trabajo. De a poco fuimos incorporando bolitas, pre-pizzas, etc. Lo hacemos con la materia prima de la mejor calidad, en el día, fresco. Con mucho esfuerzo dedicación y amor es un trabajo echo por nuestra familia.