Patricia Lisset Padilla Sarango
Con un pequeño capital ahorrado y el respaldo incondicional de mi familia, inauguré mi emprendimiento de platos peruanos caseros.
Empecé en mi cocina, tomando pedidos por redes sociales: una pollada para una actividad, una causa limeña para una reunión de oficina, un cebiche que viajaba en frío hasta la puerta del cliente.
Poco a poco, mi fama fue creciendo. Mis recetas combinaban la tradición peruana con un toque personal, y mi compromiso —“hecho con amor”— se convirtió en mi sello distintivo.