Roxana Imelda Albarenga
Por la situación en la que estamos, quise reciclar y hacer cosas con porcelana, como tutores. Un día dije: “Voy a comprar unas macetas de yeso para pintar”. Todos pintaron. Somos cinco, aunque antes éramos seis. Ahora hacemos una actividad familiar que, además de ser una fuente de trabajo, nos permite disfrutar de buenos momentos charlando, pintando y compartiendo tardes de meriendas y pintura, sin celular ni televisión.