María Guadalupe Matute

Soy docente y comencé con este negocio en 2008. Desde 2011 a 2015, el emprendimiento quedó en stand by, y recién en 2016, en el comienzo del gobierno macrista, nos vimos en la necesidad de retomarlo, ya con mi marido y mi hija Julia. Realmente no fue sencillo sostenerlo porque no resultaba rentable y no había demasiada demanda. En 2020, a raíz de la cuarentena, con la necesidad de “quedarnos en casa”, decidí retomar el proyecto de la “blanquearía”, pero esta vez sumando nuevos productos como son pequeños muebles y accesorios que mi marido realiza en madera, bazar y por supuesto, toda la línea de cocina, baño y dormitorio. Publicito en redes, pero mi mejor propaganda es el “boca a boca”.