Marcela Legarreta
Mi mamá tejía con dos agujas, era quien se encargaba de tejer para toda la familia. Yo solo aprendí a tejer un punto solo.
Fue ahí cuando mi hija me anotó en un centro cultural de la municipalidad para que aprenda crochet. En el aprendizaje realicé infinidades de trabajos, pero me enamoré de los amigurumis.
Comencé tejiéndolos para regalar hasta que en diciembre del 2019 comencé mi emprendimiento.