Marina Soledad Cheves
Empecé este emprendimiento porque me gustaba hacer tortas, necesitaba trabajar para poder tener mi plata y no depender de nadie. Al poco tiempo me separé y este trabajo me hizo darme cuenta que podía sola. Llegó la pandemia y me surgieron un montón de pedidos más, me incline más a la pastelería y me fue muy bien. ¡Hoy en día mi emprendimiento creció muchísimo! El lugar de trabajo es la cocina de mi mama que se la invado de harina y chocolate, pero me gustaría poder armar mi propio lugar para trabajar mejor, ¡sé que lo voy a lograr!.