Silvina Zamogilny
Comencé éste emprendimiento por una necesidad económica y también por una necesidad de desestresarme después de lo que había sido la pandemia para mi. Comencé vendiendo ropa y accesorios pero no me funcionó. Hasta que me animé a mostrar lo que solo hacia para mi. Estar rodeada de pinceles y colores fue y es mi terapia, es un momento único donde la felicidad es plena, lo hago con mucho amor y mucho profesionalismo, trato de mejorar cada día, me ocupo de las redes sociales para estar en contacto con la gente y del packaging para que el producto final sea prefecto. Se que por ahí falta más pero sigo aprendiendo, ser emprendedora no es fácil pero amo lo que hago y lo hago con mucho amor.