Clarisa Escudero
Este emprendimiento nace por un cambio de opción de vida hace casi 2 años. Trabajé 23 años en un Estudio Jurídico hasta que sufrí una enfermedad que hizo cambiar mi vida. El rumbo al vivero comenzó cuando empecé a participar de los talleres en el Vivero Municipal donde me encontré con un espacio y gente maravillosa. Uno de mis principales desafíos fue económico, ya que necesitaba invertir y animarme con este proyecto. Entonces comenzamos con Dai, quien es Agrónoma, a dar los talleres de Kokedamas en diferentes lugares y a reinvertir ese dinero siempre en el vivero.