Cristian Soto
Era taxista, estaba muy mal por las nuevas aplicaciones de servicios vehiculares por lo tanto no estaba trabajando con el auto ya que se rompía y no teníamos capital para poder repararlo. Con mi mujer un día hablando sobre que podríamos hacer para bancar los gastos de la casa decidimos con lo poco que nos quedaba invertir en pañales no para vender, sino para que no se desvalorice nuestra poca plata. Cayó la pandemia entonces publicamos los pañales, tuvimos una venta, luego llegó otra, entonces vendíamos y comprábamos para seguir teniendo stock. Con las ganancias continuamos reinvirtiendo y así fue todo el año pasado. Vendiendo desde la virtualidad este año nos arriesgamos a colocar un local en Wilde para apostar al crecimiento. Con mucho esfuerzo nos vamos reinventando.