Agustina Moller
Este emprendimiento empezó en pandemia, dónde me vi obligada a reinventarme laboralmente y recordé la pasión que tengo por la costura desde los 6 años dónde jugaba a hacerle vestidos a las muñecas. Hoy tengo un taller en mí casa, con dos máquinas y una mesa de corte. Hago todo el proceso sola y a veces me ayuda mí hija de 12 años que ama esto tanto como yo.