Miriam Liliana Lonfa
Éste emprendimiento comenzó como terapia hace más de 35 años. Estaba al alcance familiar, de amigos y conocidos, sin que fuera comercial. Con el tiempo, llegaron los actos de colegio de mis hijos, y empecé a realizar artesanias para los compañeros de ellos y así, de paso entretenida, se fue convirtiendo en una pequeña entrada económica. La pandemia obligó a reinventarse y ahora hacemos un poco de todo. Y en mi peor momento comenzaron las ferias, y así llegué a las de emprendedores.