Mabel Ines Gigena
Hace 20 años, al quedar sola con 2 niños, sin vivienda ni trabajo y sin ningún ingreso, comencé a vender todo lo que pudiera de mis pertenencias. Al encontrar un trabajo en una remiseria y los findes de moza, los cuales eran eventuales y de poca paga, comencé a recurrir a mis posibilidades en las manualidades. Para ello recurrí a cualquier material que llegara a mis manos, por lo tanto no podía repetirlos. Desde entonces en distintas cantidades han sido un maravilloso recurso para mí economía.