Alejandra Noemí Roldán
Arranque este emprendimiento antes de la pandemia en la busqueda de una ayuda económica. Al principio hacia bufanda, gorros, pantuflas, etc. Pero no me fue muy bien así que decidí probar con los amigurumis y me fue muchísimo mejor. Desde hace muchos años me encanta la producción artesanal y quise introducirme en el mundo con el tejido; pero así como es un ambiente hermoso, también hay dificultades como que la gente no valora el trabajo que conllevan los productos, su realización, la mano de obra, etc.