Roberto Tejerina
Hace 22 años atrás empecé con mi oficio con un martillo y una soldadora autógena en Villa inflamable; soldando sillas, camas, bicicletas, etc. Después me trajeron un auto para soldar unos pisos. Buscamos un local más grande para alquilar en Suárez y Debenedetti, Dock Sud. Ahí empezamos a pensar un nombre para el taller al cual le puse mis iniciales ‘taller de chapa y pintura “ART”‘. Gracias a Dios que desde ahí me volví muy popular en Avellaneda sobre todo en Dock Sud. Luego en 2016 aguanté lo que pude pero en los últimos meses por la pérdida de trabajos ya no le pude pagar a los empleados y terminé cerrando momentaneamente con un futuro de reabrirlo, ya que cuento con trabajo, haciendo algunos trabajos afuera de mi casa.