Eugenia Marina del Lujan Arata
Este emprendimiento lo comenzamos en familia este año, impulsados por la necesidad de generar un ingreso extra, ya que se nos estaba haciendo difícil llegar a fin de mes.
Como todos los años hacíamos huevos de Pascua para vender y siempre recibíamos muy buenas devoluciones, decidimos dar un paso más y probar con la elaboración de chocolates de manera más constante y profesional.
Hoy estamos felices de poder hacerlo juntos, como familia, y desde un lugar que amamos profundamente: Avellaneda. Cada producto que realizamos lleva nuestro esfuerzo, dedicación y mucho cariño.