Flavia Giselle Sablich
Me recibí de pedicura después del nacimiento de mi tercera hija, en un momento en que la situación económica se había vuelto difícil. Con mucho sacrificio, esfuerzo y constancia logré obtener el título, y desde ese día no paré con mi emprendimiento personal.
Hoy, después de varios años de trabajo, me gustaría consolidar este sueño con un lugar físico propio. Un espacio donde pueda brindar a mis clientas —y a las que vendrán— un servicio de mayor calidad, comodidad y calidez.
Poder concretar este objetivo sería un logro enorme para mí, una manera de seguir creciendo y ofrecer lo mejor de lo que amo hacer.