Micaela Vampa

Mi abuela fue mi inspiración en todo momento. Ella me enseñó a dar amor a través de cada platillo, y ese mismo amor me gusta transmitirlo a mis clientes en cada torta, budín, medialuna y más.
Me perfeccioné en un instituto gastronómico porque quería aprender cada vez más sobre esta profesión y sus distintas ramas. Sentía la necesidad de llenarme de conocimiento. Una vez que me sentí lista, lancé oficialmente mi emprendimiento en línea, gracias al apoyo de amigos y familiares. Así comenzó mi largo camino como emprendedora, hace ya 11 años, con mucho esfuerzo y dedicación.
La pastelería es un arte para mí: es ese pequeño mundo donde puedo expresarme y disfrutar de lo que más amo hacer. Agradezco eternamente a mi abuela por haberme compartido este bello universo de la pastelería.