Ada María Martinez
Todo comenzó hace unos cinco años, cuando dimos vida a nuestro sueño: un emprendimiento familiar.
Los inicios no fueron fáciles. Tuvimos que aprender desde cero a manejar impresoras, prensas y todo lo relacionado con el mundo de la personalización.
Con el tiempo, la práctica y la constancia nos permitieron dominar tanto el diseño como el uso de cada máquina. A pesar del miedo que nos generaba la situación económica, decidimos apostar por nuestra idea y no bajar los brazos.
Hoy, al mirar hacia atrás, nos emociona ver todo lo que hemos logrado.
Trabajamos con vinilos, estampados y sublimación, poniendo dedicación en cada detalle para ofrecer productos únicos y personalizados.