Irina Luján Medina
Este emprendimiento lo comencé hace tres años, en un momento de necesidad, siendo madre soltera. Me inscribí en todos los cursos que pude, tanto de uñas como de peluquería. A medida que fui capacitándome, dejé de verlo solo como una salida económica y empecé a descubrir que era también una pasión. Me hace muy feliz ver a los demás felices con lo que pueden lograr mis manos.
Mis papás y mi hijo fueron, y siguen siendo, un apoyo fundamental en este camino.